El nombre de " El nido de Robin" no se debe como se puede esperar a la famosa serie de los años setenta, sino a una furgoneta naranja que mi padre y mis tíos tenían en la carpintería de la que eran propietarios y en la que trabajaban. Aquella furgoneta llegó a ser una institución familiar por el uso que llegamos a hacer de ella, tanto que todavía la recordamos con cariño.